El Pleno aprueba la concesión de honores en el 518 Aniversario de la Villa a Máximo Pérez González, Pedro Alonso Morajudo y la Agrupación de Canteros de Colmenar Viejo
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- Publicado: Jueves, 27 Octubre 2022 12:00
27-Octubre-2022.- El Pleno Ordinario del mes de octubre ha aprobado por unanimidad la propuesta de concesión de honores para el próximo 22 de noviembre, Día de la Villa de Colmenar Viejo, en el que se celebra que el rey Fernando El Católico en 1504 otorgó a esta población el Privilegio de Villazgo por el cual Colmenar Viejo quedaba apartada de la jurisdicción de Manzanares el Real.
Los honores en este aniversario se impondrán a Máximo Pérez González, como Hijo Predilecto de la Villa, Pedro Emilio Alonso Morajudo, como Hijo Adoptivo de la Villa y la Agrupación de Canteros de Colmenar Viejo, con la Medalla de Oro de la Villa. El acto se celebrará el próximo 22 de noviembre a las 19:00h. en el Auditorio Villa de Colmenar Viejo con acceso libre.
El desarrollo expositivo de la propuesta aprobada es el siguiente:
El municipio de Colmenar Viejo cumplirá el próximo 22 de noviembre, Día de Colmenar Viejo, 518 años como Villa independiente del condado del Real de Manzanares ya que tal día como ese de 1504 el Rey Fernando el Católico otorgó a esta población el Privilegio de Villazgo por el cual Colmenar Viejo quedaba apartada de la jurisdicción de Manzanares el Real (cabecera del condado por aquella época).
Con motivo de ese día, el Ayuntamiento de Colmenar Viejo concede diferentes honores y distinciones creados y reglamentados para premiar los méritos extraordinarios de personas, personalidades, instituciones, entidades, etc. que han prestado o prestan servicios al municipio, han dispensado honores o están ligados a la localidad de una forma especial:
Agrupación de Canteros de Colmenar Viejo, de creación real “Donde Cerezo” en la comida con la que se disolvían las Hermandades del Trabajo, surgió como tantas cosas, de una conversación entre personas comprometidas, solidarias y emprendedoras tras un “Tendremos que hacer algo”. Ese algo que ese mismo día era el de mantenerse en estrecho contacto todos los trabajadores que se dedicaban a la piedra, el de ayudarse en el plano laboral, pero también por una necesidad que se daba en su profesión: la necesidad de dinamita para explotar las canteras. Estos tres creadores fueron Maxi Hernán, José de la Fuente y Víctor Criado, que fueron moviendo al resto de canteros y poco a poco sentaron las bases de su agrupación.
Lo primero fue poder seguir accediendo a la dinamita indispensable en su oficio, que era posible gracias a los trámites que Pepe Mansilla “El Arreao” realizaba con Minas desde la extinta Hermandades del Trabajo, y partiendo de esa unión fueron creciendo para cumplir todos sus objetivos. Desde 1980 en la mañana del sábado de las fiestas patronales se ha celebrado el concurso de corte de piedra, desde el año 81 celebra su tradicional comida celebrando el 1 de mayo y entre sus aportaciones al municipio de Colmenar Viejo, además de las edificaciones fruto de su trabajo, en el 85 realizaron de forma totalmente altruista la construcción de la fuente de los canteros, en la zona verde entre las calles Claudio Coello y avenida de los Remedios, un regalo al municipio cuyo valor en ese momento se estimó en dos millones trescientas mil pesetas, y que a día de hoy, su construcción hoy tendría un valor superior a 30.000 euros.
En el año 88 culminaron su proceso de fundación, con una primera junta directiva de siete miembros presididos por Víctor Criado, con quien superaron los 100 socios. En el año 1991 la presidencia pasó a otro de sus fundadores, José de la Fuente, y de la mano de esa directiva, junto al Ministerio de Educación y el Ayuntamiento se logró convocar para la primavera de 1997 una edición de una escuela de canteros para tratar de frenar la pérdida de este oficio. Desde 2006 hasta la actualidad es Tomás Villamayor quien la preside con mucho tesón y carisma, logrando mantener por encima de 100 sus asociados. Otra de sus actividades que se han establecido como tradición es la de su número de Lotería de Navidad que “toca muchas veces” y su reto más inmediato es el regreso tras la pandemia de una actividad en el sábado de Remedios.
Pedro Emilio Alonso Morajudo, nacido el 2 de febrero de 1950, día clave en el calendario colmenareño, el día de La Vaquilla, pero en su caso fue en Segovia, por ser destino laboral de su padre. Se crio entre Colmenar Viejo y Valladolid, donde estudió en un centro internado, al regresar su madre a su pueblo de origen tras la pérdida de su padre. El corazón de Pedro se divide entre nuestro municipio y Lisboa, sin olvidar su Segovia natal y Valladolid, ciudad donde estudió.
La figura de Pedro solo puede compararse con la de un humanista, un hombre de la cultura, del conocimiento, que como una de las mejores palancas de progreso en el municipio ha ejercido como profesor en el Colegio Público Virgen de los Remedios entre 1974 y 1976 y entre 1977 y 1984, director del Colegio Público Antonio Machado entre 1985 y 1991, y profesor en el Instituto de Educación Secundaria Rosa Chacel entre 1997 y 2010, también ha formado a muchos profesores del municipio en su etapa como asesor, y luego como director del Centro de Profesores y Recursos de Alcobendas. Pero como se puede imaginar, su contribución a Colmenar no queda ahí. Pedro aprovechó, absorbió, en su etapa en Valladolid, cada oportunidad de conocer la cultura que tuvo y cada vez que venía a Colmenar la compartía y contagiaba a sus amigos Maribel y José Luis Santos, Pepe Tato, Miguel Ángel de Andrés… junto a los que emprendió múltiples proyectos culturales totalmente independientes dirigidos al municipio como la convocatoria en 1968 del primer certamen de arte con las modalidades de poesía, cuento, ensayo, trabajos manuales o pintura. En 1969 incorporaron la fotografía, mismo año en que organizaron un primer Festival de la Canción, y que tuvo cuatro ediciones.
En 1970 fundaron el CIT, Centro de Iniciativas Turísticas, con el objeto de documentar, divulgar y recuperar fiestas populares. Desde esta asociación organizaron ligas deportivas, hicieron el concurso de carteles para las fiestas patronales de los años 73, 74 y 75, conciertos de música sacra, organizaron cabalgatas de reyes, pusieron en marcha viajes culturales por la Comunidad de Madrid y provincias limítrofes, concursos de pintura al aire libre, y emprendieron el camino hacia la recuperación de la fiesta de La Vaquilla hasta que lo consiguieron. Pedro también desde el 76, y en este caso junto a un grupo de artistas de la localidad e Ignacio Sanz, de la tienda de marcos Mily 2, pusieron en marcha los Encuentros de Arte, vigente hasta principios de los 90 y que además de los encuentros supuso la mayor inversión en arte por parte del Ayuntamiento de Colmenar Viejo, hoy patrimonio de todos. Entró en política para poder desarrollar muchos de los proyectos iniciados y otros nuevos, primero como director de servicios del área de Cultura y Festejos, y luego como concejal, y de su mano comenzó a celebrarse la Feria del Libro que atrajo a escritores como Gloria Fuertes, el fortalecimiento de la fiesta de La Vaquilla con concurso, con pregoneros como Forges, Caro Baroja, Domingo Ortega… Encuentros con las Artes, la celebración del V Centenario de la construcción de la basílica en la que hubo incluso un recital de Joan Manuel Serrat.
Participó en el germen de la recién extinta Asociación Cultural El Pico San Pedro y posteriormente en la misma, como miembro del comité de redacción de sus Cuadernos de Estudio. Suya es la idea de tener un museo interactivo, en el que el arte fuese una experiencia y con esa idea se redactó el proyecto del Centro Cultural Pablo Ruiz Picasso. Tal y como él mismo reconoce, le gusta meterse en líos, y en la actualidad escribe un libro, que empezó siendo una conferencia, sobre El Guernica, su sancta sanctórum, y trabaja en diferentes propuestas para conmemorar el 50 aniversario de la muerte de Picasso tanto con la concejalía de Cultura como con el Museo Reina Sofía, del que es voluntario desde su jubilación.
Máximo Pérez González, Maxi, nació hace 78 años en Colmenar Viejo, concretamente en la calle Real número 14, casa familiar en la que su padre, Máximo Pérez de la Cal, tenía su taller-tienda de relojería. En Colmenar Viejo inició sus estudios de Bachillerato en la Escuela de don Julio Pinto y continuó en Madrid en el Instituto de San Isidro y en la Universidad Complutense, terminando su formación en la Escuela de Ingenieros Aeronáuticos. Trabajó en su totalidad en Madrid, en la empresa Femsa, posteriormente absorbida por el Grupo Bosch, donde desarrolló labores de técnico de ventas de equipos eléctricos y electrónicos del automóvil, a nivel nacional e internacional, una profesión que nada tiene que ver con sus dos grandes vocaciones o pasiones por las que verdaderamente es conocido en Colmenar: la relojería y la cultura de la tauromaquia.
En 1956 el Ayuntamiento encarga al padre de Maxi la sustitución del reloj de la Iglesia Parroquial, hoy Basílica, de la Asunción de Nuestra Señora de Colmenar Viejo, que databa de la segunda mitad del siglo XIX, algo después del situado en la Puerta del Sol de Madrid. Durante el verano del año 1957 se produce la instalación del nuevo reloj con carillón en la que, junto a un experto desplazado desde Roquetas, participan activamente tanto Máximo padre como hijo, hasta su puesta en marcha oficial con la llegada de la Virgen al Canto el viernes de Remedios 24 de agosto de 1957. Desde entonces y a lo largo de estos 65 años hasta llegar a nuestros días, el reloj ha sido cuidado y mimado por Maxi, junto a su padre primero, e incorporando a su hijo, también Maxi hasta la actualidad. Entre el año 99 y 2001 coincidiendo una serie de obras de restauración de la Iglesia y la Torre el reloj fue desmontado totalmente y luego reinstalado, aprovechando el momento para sustituir muchas piezas y corregir los desgastes de la maquinaria, propios del tiempo de funcionamiento, laboriosísima misión en la que también participó Andrés Vicente Berrocal, hijo predilecto de esta villa. En el intervalo de tiempo en que el reloj estuvo desinstalado, y para que no se perdiese la tradición, los 31 de diciembre del año 1999 y 2000 Maxi subió a la torre con su mujer Ana y sus hijos Maxi y Lucas, para dar las 12 campanadas a mano y que el pueblo de Colmenar Viejo no se quedase sin entrar en el nuevo año sin ellas.
Además de su aportación como relojero de la basílica, Maxi es conocido en Colmenar Viejo por su afición taurina, una afición sobre todo inculcada desde el lado de su esposa, Ana Estévez Lázaro, juntos desde que eran novios quinceañeros. Ana, hija de Lucas Estévez Berrocal, conocido como “Lucas el barbero”, peluquero de profesión, es la que verdaderamente inyecta a Máximo la afición taurina. La peluquería de Lucas era uno de los lugares de Colmenar donde más se hablaba de toros, sitio de encuentro de aficionados para la tertulia y a la vez para escuchar con deleite la Rondalla que dirigía Lucas Estévez. Dentro de ese contexto surgen varios jóvenes colmenareños que quieren ser toreros y para el de más proyección de todos ellos, Agapito García “Serranito”, se crea una peña taurina. Esta peña es fundada en 1965, Maxi es socio fundador, desempeña primeramente labores de tesorero en la junta directiva hasta que, en 1972 y coincidiendo también con el cambio de nombre de “Serranito” por el de Peña Taurina “El Rescoldo”, asume por primera vez la Presidencia, cargo que ostenta de manera ininterrumpida durante 50 años, hasta su retiro voluntario este 2022.
En sus 50 años como presidente de esta peña, que también es la asociación con más antigüedad en el municipio, predomina su afán por mantener viva la tradición taurina de Colmenar y dar nombre y prestigio al pueblo a todos los niveles. Cabe destacar hitos como la creación de premio José Cubero “Yiyo”, tras el fallecimiento del diestro en el coso colmenareño, para mantener viva la memoria de esta figura, el trofeo “Toros de Colmenar” para premiar al mejor toro de cada feria y, como promoción de la feria de los Remedios, desde hace 27 años también destaca la edición del libro/revista que se publica desde la peña, “Feria y Fiestas de Remedios”, cuyo contenido mezcla la actualidad de la feria taurina con recuerdos y evocaciones de la historia de Colmenar Viejo, todo un referente en pro de la promoción de Colmenar y sus tradiciones.
Por todo lo anteriormente expuesto, se propone al Pleno Municipal que adopte los siguientes acuerdos:
1º Conceder la Medalla de Oro de la Villa a la Agrupación de Canteros de Colmenar Viejo
2º Nombrar Hijo Adoptivo de la Villa a D. Pedro Emilio Alonso Morajudo
3º Nombrar Hijo Predilecto de la Villa a D. Máximo Pérez González