La necrópolis visitable de Remedios de época visigoda
Aunque el descubrimiento de la necrópolis tuvo lugar en 1969, con motivo de las obras de remodelación de la ermita de Ntra. Sra. de los Remedios, las excavaciones arqueológicas no se efectuaron hasta 1999. La importancia de sus descubrimientos, uno de los ejemplos más notables de necrópolis tardías del mundo antiguo, motivó a la Dirección General de Patrimonio Histórico su puesta en valor, incluyéndose en 2003 en el Plan de Yacimientos Visitables, continuando así con una serie de intervenciones para su acondicionamiento definitivo.
La necrópolis de Remedios se levanta en una pequeña loma, a 1000m de altitud, en una posición ligeramente elevada sobre las aldeas de Navalmojón, al norte, en Soto del Real, y Los Villares, al Sur, en Colmenar Viejo, si es que no se trata de la misma aldea con dos áreas separadas por la propia necrópolis.
Arquitectura funeraria
Tanto Remedios como la necrópolis cercana de Fuente del Moro presentan dos tipos de sepulturas: De cista, con ciertas variantes, y excavadas en roca, también con varios modelos. Las primeras presentan unos alzados mayores con piedras verticales o bien con varias hiladas de mampuestos de piedra de gneis, utilizándose, por
lo general una piedra vertical para los lados menores, cabecera y pies, buscando siempre la roca del lugar para el solado, y cubriéndose con una gran losa, o bien con otras dos o tres. Hay que destacar el panteón familiar, sepulturas 7 y 8 de Remedios, que presentaban un enlucido de cal.
Las sepulturas excavadas en la roca se conocen peor, presentando, además, la discusión de sus fechas, pues aunque algunos autores consideran que estos sepulcros excavados en roca también tienen sus orígenes en los siglos VI y VII d.C., otros especialistas consideran que su construcción se debe a los mozárabes. En nuestra opinión, es posible que su origen lo tengan en la Antigüedad tardía continuando su evolución tras el 711 d.C. Disponemos de varios ejemplos en Fuente del Moro, de forma trapezoidal, bañera, antropomorfa, es decir, señalando el hueco para la cabecera. En Remedios contamos también con otros ejemplos, siendo el más significativo el que se encuentra en una posición privilegiada, en el subsuelo del área de tránsito entre la capilla antigua y la nave construida en 1969, al tratarse de un ejemplo de reutilización del espacio funerario escasamente conocido: Sobre la sepultura antropomorfa de un adulto se cinceló en su parte central otra infantil.
Ritual funerario
La práctica de enterramiento utilizada en Remedios es la inhumación, ya generalizada en la Península a partir del Siglo II d.C., sin que ello obedezca a creencias cristianas. Asimismo, el ritual funerario se corresponde con las necrópolis del mundo tardoantiguo, caracterizado por la escasa presencia de depósito ritual (jarra) y escasos adornos personales. Además, las reutilizaciones de las sepulturas son constantes, recogiendo los huesos del primer individuo para depositarlos en los pies del sepulcro, con atención especial para el cráneo.
La orientación de las sepulturas sigue también la tendencia generalizada en este tipo de necrópolis, con el cráneo al Noroeste y los pies al Sureste. Todas las sepulturas irradian desde el punto más elevado, donde se encuentra la actual ermita de Ntra. Sra. de los Remedios, partiendo de la hipótesis de tratarse de un lugar de culto, aunque la única base para su propuesta es la aparición (descontextualizada totalmente) de la piedra mojón de época romana, que se amortizó en un momento posterior como tenante de altar, con un loculus para depositar reliquias en su cara cenital.
La población de Remedios
Las raíces y la acidez del terreno han perjudicado los estudios sobre la población inhumada de Remedios. De un total de 23 individuos estudiados, los datos antropológicos confirman que se trata de una población que falleció en edad muy joven, con una importante mortandad comprendida entre los grupos de 20 y 40 años.
La estratigrafía de Remedios: Un excelente basurero que arranca desde la Prehistoria reciente
La estratigrafía de la necrópolis de Remedios aporta una información muy valiosa para el conocimiento de otras fases anteriores y posteriores a la existencia de la necrópolis. En primer lugar, hay que destacar la presencia de materiales cerámicos y líticos de grupos calcolíticos-campaniformes, cuya data se podría fijar hacia la transición entre el III y el II mileno a.C. Con todo, la mayor información la ofrece los vertidos de desechos que fueron colmatando las sepulturas, cuyos materiales son de época medieval, en claro contexto cuando el nuevo concejo de Colmenar Viejo decide levantar, o reconstruir, en este mismo lugar la ermita dedicada a San Bartolomé, cuyas primeras referencias documentales son de mediados del siglo XV.
Finalmente, hay que destacar la transformación del culto inicial, pasando el titular a un segundo plano con motivo de la nueva advocación a Ntra. Sra. de Remedios, hacia 1670, o con anterioridad, Patrona de Colmenar Viejo, entroncando así con la leyenda de su aparición en la piedra mojón de época romana y posteriormente tenante de altar en época visigoda, según la inscripción que se refleja bajo los epígrafes romanos y siguiendo con lo que nos han transmitido las personas mayores. En fin, Remedios es un espacio privilegiado para disfrutar donde tienen cabida la fe, la arqueología, la historia, la naturaleza…